domingo, 4 de enero de 2015

4 Enero 1849 se termina el pedestal de la estatua de Felipe III, ubicada en la Plaza Mayor



El Pedestal es un prisma cuadrangular de distintos materiales; el cuerpo inferior de granito de base octogonal sobre el que descansan varias molduras, la inferior con motivos geométricos; a continuación otra con triglifos y la superior de hojas de laurel. El cuerpo central es de arenisca y lleva en la parte delantera una lápida en mármol con los escudos enlazados de las Armas Reales y de la Villa sobre cartela timbrada de Corona Real cerrada. 




En la parte posterior lápida con inscripción con letras sobrepuestas en bronce: LA REINA DOÑA ISABEL II / A SOLICITUD DEL / AYUNTAMIENTO DE MADRID / MANDO COLOCAR / EN ESTE SITIO LA ESTATUA / DEL SEÑOR REY / DON FELIPE III / HIJO DE ESTA VILLA / QUE RESTITUYO A ELLA / LA CORTE EN 1606 / Y EN 1619 HIZO CONSTRUIR / ESTA PLAZA MAYOR / AÑO DE 1848.




En los laterales aparecen sendos relieves en caliza de Colmenar, con las armas y pertrechos de los turcos en el lado derecho y los de Holanda en el izquierdo. Este cuerpo se remata por la parte superior con un friso con decoración vegetal y sobre otro con ovas.





La estatua llegó a Madrid en 1616, acompañada de Andrés Tacca, hermano del escultor, encargado de presentarla al monarca junto a un Crucifijo de bronce, para el Monasterio de El Escorial, y de su cuñado, Antonio Guidi, responsable del traslado y de la colocación sobre el pedestal. Fue entregada a Gómez de Mora, como arquitecto Mayor de Palacio, y se depositó en el jardín del Alcázar hasta el 2 de enero de 1617 donde se instaló delante del palacete de la Casa de Campo, en los jardines de El Reservado. En 1809, José Bonaparte, residente en el Palacete, solicitó a Villanueva su traslado al Salón del Prado, pero éste no se llevó a efecto por los altos costes que ello conllevaba. En 1841, Aróstegui, Procurador Síndico del Concejo, propuso el ajardinamiento de la plaza de la Constitución y la instalación de la estatua de Felipe IV, traída desde El Retiro, para lo que se crea una Comisión de Obras que no aceptó la propuesta, pero intercede para que se instale en la plaza de Oriente, con el visto bueno del Ayuntamiento. Es en diciembre de 1846, cuando Mesonero Romanos junto a cinco concejales, solicitan a la Casa Real la instalación de la estatua de Felipe III en la Plaza Mayor, ya que bajo su reinado se construyó la misma. La aprobación de la reina Isabel II tiene fecha de 13 de abril y el 28 del mismo mes el Ministro de Gobernación comunica al Alcalde dicho consentimiento, reservándose “para sí y sus sucesores la propiedad absoluta de dicha estatua…”. El Ayuntamiento encarga al arquitecto Juan José Sánchez Pescador el pedestal y escalinata así como el desmontaje y el traslado desde la Casa de Campo; el coste total alcanza la cifra de 367.558 reales.





El trabajo de los bajorrelieves, escudos y lápida fue un encargo municipal al escultor Sabino de Medina y la leyenda de la lápida no se aprobará hasta enero de 1849. Con la revolución de “La Gloriosa” de 1868, se trasladó a los almacenes de la Villa y allí estuvo hasta que el Ayuntamiento en 1874 dispuso su traslado al centro de la plaza. Con la proclamación de la Primera República en 1873, se desmontó del pedestal y se trasladó a los Almacenes de la Villa. Aunque se propusieron dos nuevas ubicaciones una en el Museo Arqueológico y otra en el Patio del Palacio Real, finalmente no se llevaron a cabo. El Gobierno republicano propuso sustituirla por una “Alegoría conmemorativa de los Mártires del 7 de julio de 1822”, pero no se llevó a cabo y finalmente en 1875 se volvió a instalar en su primitiva ubicación. En 1889, Segismundo Moret, presidente del Congreso, propuso colocar en su lugar un monumento alegórico a la Constitución, obra de Juan Vencell, que tampoco llegó a realizarse. Al proclamarse la Segunda República, el 14 de abril de 1931, alguien introdujo en la boca del caballo unos petardos, lo que produjo varios desperfectos, por lo que en 1934 fue restaurada por el escultor Juan Cristóbal, quien procedió a cerrar la boca del caballo. En mayo de 1970, y por las obras del aparcamiento subterráneo de la Plaza, se trasladó de nuevo la estatua al Parque de El Retiro, al jardín de las Estufas, hasta el 5 de junio de 1971, fecha en la que vuelve a su primitiva ubicación.


Réplica del Monumento de Felipe III en el Parque de Atracciones de Shima (Japón)

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