jueves, 23 de octubre de 2014

23 Octubre 1872 nace en Madrid Ricardo Villa, primer director de la Banda Municipal



Ricardo Villa González nació en Madrid el 23 de octubre de 1871 en el seno de una modesta familia de origen extremeño y palentino. Su padre, que era violinista y tocaba en diversas capillas religiosas, fue quien le instruyó en el arte de la música. Así, pronto comenzó a actuar en distintas fiestas religiosas, donde causaba gran admiración entre los organistas y maestros de capilla por su timbrada voz. En el año 1883, el joven Ricardo Villa obtuvo el primer premio de solfeo en el Conservatorio de Madrid, al mismo tiempo que alternaba sus estudios de violín bajo la enseñanza de Jesús de Monasterio. A los dieciséis años comenzó a actuar en diversas orquestas y teatros, y poco después ingresó en la orquesta del Teatro Apolo, cobrando seis reales diarios. También se ganaba la vida tocando en diversos cafés madrileños, pero pronto desempeñó la plaza de violín primero en la Orquesta de la Sociedad de Conciertos. Además del estudio del violín, compaginó su formación con el estudio de Armonía y Composición, de la mano de Emilio Serrano y Pedro Fontanilla. No tardó mucho tiempo en componer breves páginas religiosas que estrenaba en las iglesias donde actuaba. Así, a la edad de veintidós años recibió el Primer Premio de Armonía y en 1898 el Premio de Composición. Cabe destacar que un año antes, en 1897, ganó el Primer Premio de Composición en un certamen convocado por la Sociedad de Conciertos con su obra Cantos Regionales Asturianos. Asimismo, en 1899, el maestro Villa dio a conocer en la Plaza de la Armería de Madrid una Marcha Solemne conmemorativa de la Coronación de Alfonso XIII. 


El 23 de mayo de 1908, estrenó en Zaragoza una de las obras que le llevarían mayor popularidad: La Gran Fantasía Española. Esta pieza, si bien fue compuesta originalmente para piano y orquesta, es una de las obras que ha perdurado hasta la actualidad dentro del el repertorio de muchas bandas. Además de la faceta compositiva, Ricardo Villa también es conocido por su fama como director. La primera vez que empuñó una batuta fue en una iglesia madrileña al estrenar una composición suya en 1896. A partir de entonces, comenzó a dirigir diversas temporadas de zarzuela en el Teatro Alhambra y posteriormente esta fama le llevó al atril directorial del Teatro Real. La primera vez que subió al podio en este coliseo fue el 3 de diciembre de 1905. Acerca de ello, el periódico La Época publicó al día siguiente esta reseña: “Villa, que debutaba anoche en el teatro Real, fue el que llevó los mayores aplausos de la noche”. 
Plaza del Maestro Villa en el Parque del Retiro
Pero la fama como director le vino al hacerse cargo de la Banda Municipal de Madrid. Tras las gestiones realizadas por el concejal Luis Casanueva, el Ayuntamiento madrileño, después de asesorarse sobre la valía de los principales maestros directores que habían en la capital, designó para la Dirección y Subdirección de la Banda Municipal de Madrid a los maestros Ricardo Villa y José Garay. Ambos maestros emprendieron la difícil tarea de formar la agrupación y con sólo dos meses de preparación pudieron presentar al público el 2 de junio de 1909 a la Banda Municipal de Madrid. Durante los diez primeros años de la existencia de este colectivo, Ricardo Villa ofreció más de mil conciertos al frente de ella e interpretó unas cincuenta obras en primera audición a través de transcripciones realizadas por él mismo. También en 1927, se desplazó al frente de la Banda Municipal de Madrid a Portugal para actuar en los festivales organizados a beneficio de los hospitales de Lisboa, donde obtuvo notables éxitos, y en la ciudad de Oporto para actuar en otros dos conciertos. Como curiosidad, al terminar su último concierto en la capital portuguesa, el obispo de la capital se personó en escena y cuando cesaron los aplausos dijo con emoción: “Estos músicos no son músicos, son ángeles que el señor nos ha enviado para deleitarnos, y a quienes yo bendigo”. Diciendo esto dio la bendición a la agrupación madrileña. Con motivo de este viaje, el Ayuntamiento de Lisboa concedió a la Banda Municipal de Madrid la Medalla de Oro de su ciudad, y al maestro Villa la Gran Cruz de Santiago de España y Portugal. Los conciertos que dio la municipal madrileña durante el primer trimestre de 1935, no los dirigió el maestro Villa porque se encontraba débil de salud a causa de una pulmonía que había sufrido tres años antes. A fines de febrero su enfermedad se fue agravando hasta que falleció el 10 de abril de 1935. Ricardo Villa fue uno de los directores de banda más afamado durante la primera mitad del siglo XX. 

Lápida conmemorativa de 1942. Travesía de Bringas, 1

Quiosco de Música del Retiro 1906

Es este quiosco de música uno de los escasos restos de lo que fue la denominada Zona de Recreo del Parque del Retiro, establecida en este sector en 1905 para suplir la misión que hasta entonces tenían los célebres jardines públicos del Buen Retiro de la Plaza de la Cibeles. Se trataba de una zona cercada y solamente accesible desde la Puerta de Hernani, cuya entrada era de pago, pues estaba arrendada la zona a un particular. En sus primeros años tocaban en el primitivo quiosco bandas militares y la denominada Sociedad de Conciertos dirigida por el maestro Ricardo Villa, lo que explica el nombre de la glorieta donde se ubica. En 1906 el Ayuntamiento convocó un concurso para una nueva explotación, obligando al concesionario a construir un nuevo quiosco de música con capacidad para cien profesores de orquesta, siendo aceptada la solicitud de Augusto Comas, quien presentó un proyecto de reforma de toda la zona firmado por el arquitecto Carlos Le Grand, tal vez el autor del templete. Aunque su estructura se mantiene en gran medida, así como los elementos de cerrajería, la cubierta sería sustituida posteriormente por otra solución formal similar, eliminando las cerchas y diseñando un nuevo alero, más ornamentado, y veleta superior. Además, su entorno de césped fue cambiado recientemente, en el año 2004, por otro adoquinado perimetral, aprovechando la reforma para plantar un nuevo arbolado (tilos) y adecentar los castaños existentes.

Quiosco de Música en 1910

Es esta pieza arquitectónica una de las más interesantes que adorna y a la par continúa cumpliendo su función musical en el Parque del Retiro. Consiste en un volumen de planta octogonal, con un gran basamento limitado por una reja en todo su perímetro, y en el que se levantan, coincidiendo con sus ángulos, los soportes metálicos pareados que sostienen la cubierta de ocho aguas, de madera al interior y también metálica al exterior. El alto basamento es resultado de un piso semisubterráneo que sirve de almacén del mobiliario de conciertos, el cual es iluminado por huecos rectangulares situados armónicamente en cada uno de los frentes, excepto al oeste que se sustituye por una puerta que sirve de acceso, con un gran dintel, y al este, donde se encuentra la escalinata para subir al estrado. Cuenta con entablamento metálico, decorativo, y alero de gran vuelo, cuyo frente tiene escudos en los centros y hojas de acanto en las esquinas. Una acera adoquinada con la misma geometría octogonal rodea este templete de música.

Cartel Premios Maestro Villa




Puedes leer más sobre este magnífico director de orquesta en el siguiente enlace de Memoria de Madrid: 

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